
Hoy es de esos días en los que todo parece ir mal. Realmente estas últimas semanas no han sido las mejores que he tenido. El final de los exámenes no me supuso el “alivio” habitual, y se demostró por qué. Al parecer mi cuerpo lo notó antes de que sucediera. Y es que los exámenes no me han salido como esperaba. Se han torcido las cosas y aún no sé muy bien por qué. Ahora entiendo por qué dicen que 5º es el curso más difícil. Lo estoy comprobando en primerísima línea. Pero bueno. Es lo que hay. Tendré que ponerme las pilas (más) y remontar. Igual todo esto son pruebas para que no me duerma en los laureles. Al menos pensar eso me ayuda a sobrellevarlo mejor. No se consuela quien no quiere. El problema es que las cosas no se limitan a mis escasos logros académicos. No. Tengo varios frentes abiertos que me quitan el sueño, además de haberse agudizado los habituales. Así que se puede decir que no estoy viviendo mi mejor momento. Creo que hoy fue el día en el que mi ánimo llegó a estar bajo suelo. Y la verdad es que no sé muy bien cómo. Igual es porque llevo tres días metida en el hospital y/o en la facultad, en clase o prácticas, sin apenas tiempo para asimilar ni planificar nada, o simplemente descansar. Pero al final me he plantado. Acabo de ver “Buenafuente” enterito –me da igual la hora y que mañana tenga que madrugar- y me ha sentado de maravilla. Hacía mogollón que no lo veía, y ya tenía mono. Seguro que parece una tontería visto desde fuera, pero es increíble lo que lo necesito y lo que me ayuda. Es impresionante. Ya estoy mil veces mejor que cuando empezó el programa. Si es que Andreu nunca me falla. Siento haberle tenido abandonado durante tanto tiempo. Prometo que no volverá a pasar :D
Además, hoy la tarde ha sido un poquito menos oscura gracias al regalazo de Juanatey…que no esperábamos encontrarle en la facultad!!! Al parecer tenía clase con los de tercero. Y yo, encantada! ^_^
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