"Run fast. Laugh hard. Be kind" -12th Doctor.

sábado, 14 de julio de 2012

I love you, Hugh Laurie




Hace ya casi una semana que he vuelto de Londres y, entradas emotivas aparte, no he contado nada de nada del concierto de Hugh. Empezaré diciendo que es el mejor concierto al que he ido en mi vida; pero lo que lo ha hecho el más especial de mi vida fue la compañía.

Es fantástico poder compartir una experiencia de ese calibre con personas que sienten y piensan como tú. Cada comentario que hacía, estoy segura de que ya se les había pasado por la cabeza a todas ellas. That's synchronicity, que diría Sting xD

Ya sabía que Hugh (Laurie) era un gran músico y todo un showman, y el concierto del año pasado me lo confirmó. Pero tengo que decir que cada vez lo hace mejor; se nota que lleva una gira a nivel mundial y un buen número de conciertos a sus espaldas. Lo que más me gusta es lo mucho que disfruta sobre el escenario, y supongo que ese entusiasmo lo transmite al público que tenemos la suerte de disfrutarle en vivo. Es un músico excelente, sensible, versátil, y un cantante entregado y sincero. Eso es de agradecer. Se nota que cada palabra que canta, cada nota que toca, sale de lo más profundo de su alma y de su amor por esta música. Y eso, eso es lo que hace que asistir a un concierto suyo sea una experiencia inolvidable y única. Sin olvidar que, antes que músico, era actor y cómico, por lo que toda esta experiencia musical está salpicada de sus comentarios y explicaciones sobre cada canción, derrochando carisma y humor al mejor estilo británico. Me sigue chocando escucharle presentar las canciones en un perfecto acento británico, para después susurrar el mejor blues americano. Pero supongo que estas cosas sólo las pueden hacer los elegidos, y sin ninguna duda Hugh es uno de ellos. Bendito el día en que abandonó su sueño de ser deportista Olímpico de remo y se decidió por la interpretación, y bendito el día que dejó de lado sus inseguridades y decidió compartir su talento más desconocido, la música. Artísticamente hablando... que otros 'talentos' tiene que no hemos catado, desgraciadamente xD  

Otra cosa que adoro de esta nueva etapa es lo bien que le ha sentado dejar HouseMD. Con todo lo que me duele que se acabara la serie, a Hugh se le ve más descansado, relajado, e incluso más feliz. Lo último puede ser que ahora, por fin, es músico, con todas las letras; ya puede ponerlo en el pasaporte si quiere. 

También diré que le ennoblece el haberse rodeado de un gran grupo de músicos. Y cuando digo grande me refiero a excelente e impecable. Una persona menos humilde y menos inteligente que él hubiese escogido músicos mediocres para destacar entre todos ellos. Hugh no. Sabe que siendo ellos tan buenos, le hacen mejor a él, y son garantía de que el público disfrute con el show y de que se haga justicia a las canciones que tanto adora. 

Este año no hubo sesión de fotos tras el concierto, desafortunadamente, ya fuera por la lluvia, por la seguridad del local, o por la fiestuki que le organizaron al susodicho tras el concert. Pero ya sabíamos que aquello fue algo inusual y cuasi irrepetible. Al menos tengo el consuelo de que conseguí declararme, bastante evidentemente, durante el concierto. Sí, hay un vídeo en YouTube donde se oye claramente mi 'I love you' al principio del concierto. Lo mejor es que Hugh se puso colorado, me lo agradeció, y dijo que ya se podía marchar porque para él era suficiente. Ahí, cogiendo papeletas para el título al ser humano más adorable del mundo. Ah, y me declaro fan, pero que muy fan, del pelo corto. Good lord...
Casi se me olvida... QUIERO QUE INCLUYA LAS NUEVAS CANCIONES EN EL PóXIMO DISCO. Yeh, yeh, Green Green Rocky Road, Junco Partner, Careless Love... Especialmente esta última. Que si 'Let Them Talk' es un himno; 'Careless Love', es orgásmica.

He dicho.

Foto: Hugh Laurie en el suelo al final del concierto. Sí, esa foto me despierta pensamientos que no voy a compartir aquí. Sólo diré que está buenorro, buenorro. Que dan ganas de tirarse al escenario a violarle, vamos. Y ya lo he dicho. *se esconde*

lunes, 9 de julio de 2012

Blue ain't the word for the way I feel


Siento ganas de llorar e incluso he llegado ha derramar alguna lágrima. Es muy frustrante querer llorar y no poder por el hecho de estar en público. Mientras miro a través de la ventana del avión que me lleva de vuelta a casa, siento nostalgia del tiempo pasado en este viaje. Normalmente tardo más en tener estos sentimientos, pero es que han sido unos días muy intensos y llenos de momentos inolvidables con personas inolvidables. Lo que me llena de tristeza es que, por circunstancias de la vida, nos separan habitualmente muchos quilómetros y no podemos hacer quedadas frecuentes para tomar una cerveza o ver una película. Qué injusta es la vida a veces! Muchos me dirán que hay cosas peores y que seguro que somos afortunados en otros frentes, pero ¡que caray! Yo quiero esto y punto. Así que cuando veo las nubes desde la ventana del avión que me trae de Londres, como una gran alfombra de algodón, no me vienen a la cabeza imágenes de felicidad saltando sobre ellas. No. Quiero volver al húmedo, gris e impredecible Londres, donde estén mis amigas; y donde esté Hugh; y la National Gallery, y el teatro de Shakespeare, y el Big Ben, y el Tower Bridge, y donde hay un Starbucks en cada esquina. He dicho. 

Y por si no se dan por aludidas, dedico esta entrada a María, Ana y Natalia. Aunque mi felicidad sería completa si se les uniese el resto del #bananateam. 

I lobe u all.