Se hace difícil escribir cuando tu cabeza es un hervidero de ideas y pensamientos. Tantas cosas que hacer, y tan poco tiempo. O tal vez es otra de mis excusas por tardar tanto en actualizar esto. O tal vez es que he estado demasiado ocupada terminando esta última etapa de mi vida. Cuatro. Años. Aunque lo más plausible es que tengo demasiados pájaros en la cabeza.
De vuelta en casa de mis padres y con tiempo (no tanto como se podría pensar) por delante, es hora de terminar o realizar esas cosas que llevan en 'mi lista' durante algún tiempo ya. Rollo Castle ;) Me conformo con que me salga la mitad de bien que a él...
Por el momento, he decidido ver House desde el principio de la serie, para conmemorar que hace un año que nos dejó. He tardado un año en poder ver de nuevo un capítulo. Ahora ya no me duele... o al menos no tanto. Que por cierto el día 21 de Mayo es el Día Oficial de House en LA y yo no escribí nada. También he decidido que me apetece ver de nuevo Dawson's Creek y Buffy. Que se me ha acabado la temporada de series y tengo que hacer algo al respecto.
Por lo demás, sigo pensando demasiado, o demasiado poco; comprando y escuchando mucha música (vinilos en su mayoría); leyendo y escribiendo menos de lo que debería; y haciendo millones de recados. Mientras, cuento los días para el concierto de mi Hugh en Londres, y el reencuentro con mis soulmates virtuales.
En todo este tiempo, también he cumplido años (acercándome un poquito más al tres - cero), y Hugh ha sacado su segundo disco. Que es incluso mejor que el primero. O al menos, no tan pretencioso. Ay, Hugh. Cuándo llegará el día en que escriba, y no te nombre. Si es que el amor verdadero, dura para siempre.
Y yo que pretendía ser profunda en esta entrada...
I'll be back on my feet someday.