Hoy escribo desde mi habitación de infancia, aún de vacaciones y de vuelta de mi touring por Europa. Y ya estamos a 1 de diciembre. En cuanto me dé cuenta, estaré de nuevo en el hospital, entre pacientes, guardias y estudio. Es duro hacerse mayor. Mola lo de poder pirarse por el mundo adelante, pero crecer y madurar siempre implica algún tipo de sacrificio o de 'peaje' por nuestra parte. Me estoy poniendo transcendental, y ya no sé si es por tener tiempo libre para pensar; la edad; o estar de vuelta de un viaje, lo cual te da cierta perspectiva.
Decir, sin embargo, que sigo adorando viajar ( y quién no? ), y que París es una ciudad preciosa, y Brujas, como salida de un cuento. Aun así, Londres sigue a la cabeza de mis ciudades favoritas. No sé si es por mi anglofilia, por haber cuasi vivido allí, o por alguna otra razón, el caso es que siempre que la visito, siento deseos de nacionalizarme y comprarme una casa.
Ah! Y la Torre Eiffel, es genial, pero sin duda me causó mayor impresión de pequeña. Será porque era más bajita. Lo mejor; la Venus de Milo, y el paseo en barco por el Sena. Impagable.
Me estoy acostumbrando a actualizar desde el móvil. Bendito iPhone.