Tal día como hoy, hace un año, a estas horas, estaba “de copas” con mi adorado/admirado Andreu. Parece que fue ayer. El tiempo pasa inexorablemente, que diría el Notario. Ya me gustaría que fuese el año pasado. Y no sólo por lo de Andreu. Por cómo están yendo las cosas. Bastante diferentes a estas alturas. Y yo que pensaba que el 2…007 iba a ser la caña! Al final va a ser que no. Al menos de momento. De todas maneras, no está en mi naturaleza darme por vencida fácilmente, a pesar de mi tendencia manifiesta a la baja autoestima. Así que iré a por todas echando el resto. Como cuando quedan 3 minutos de partido y vas perdiendo de 10 (3 triples y una de 2, sí; pero hay que meterlos). Pues eso, que lo das todo. Lo principal es conseguir el ánimo adecuado. Como dicen los chinos (o los japoneses, no lo tengo muy claro), “si un problema tiene solución, no hay por qué preocuparse; y si no la tiene, para qué preocuparse?”. Seguro que no es exactamente así, porque soy fatal para los refranes, pero creo que se pilla el sentido, no? Lo dicho, que después de estas actualizaciones fugaces y directas desde el portátil, me voy a dormir. Estoy que me caigo de sueño y cansancio. No he parado en todo el día. Incluyendo modificación de matrícula, paso por el decanato (arrrggggg!!!!) y seminario de pediatría -lo único bueno de la mañana; me encantaba el tema y el profesor…xD – Comida relámpago; y después, piños por conseguir plaza en uno de los buses a Ferrol, y tarde de compras (para San José y Día del Padre) con mi madre. Me canso otra vez sólo de pensarlo. Así que, sweet dreams. Yo me voy a dormir.
Foto: "Un payaso llama a tu puerta", Andreu Buenafuente
Captura.org
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