
Acabo de llegar del cine. He visto “El buen alemán” , con Natalia. Al parecer hoy todo el mundo tenía plan. Patri y Susi, cena. Marta con Dani. Y Elena, Clara y Nati, a salir por ahí. Así que me pareció un buen día para relajarme antes de los meses de noparar que se me vienen encima. Y además tenía ganas de ver esa peli desde hace ya tiempo; y quería tb quedar con Natalia antes del “parón” de Semana Santa. Ha sido un día bastante bueno, la verdad; un buen cambio después de lo de ayer. Hoy he ido a las prácticas, con los nenes –que no sé qué tienen pero consiguen que salgas de allí relajado y feliz; si es que va a ser que los niños tienen poderes- Antes de dejar el hospital, he visto a Juanatey (lo cual por sí sólo ya basta para alegrarme el día xD ). Lo único es que me hubiese gustado haber estudiado algo más por la tarde, que tuve uno de esos días dispersos. Y para rematar la tarde, clase de tenis, con un tiempo magnífico; es una gozada poder jugar con la pista seca :D Y después, George en blanco y negro. Si es que me parecía estar viendo una peli de los cuarenta. Me ha gustado mucho. Está muy bien rodada y es muy romántica y todo eso.
A veces, cuando llego a casa después del cine, me parece que estoy en una peli. Es una sensación extraña, pero agradable. No sé si es porque adoro el cine, o porque vivo en un mundo paralelo de fantasía. Puede ser cualquier cosa. Como digo siempre “malgasté mi adolescencia viendo películas”. Ya lo he comentado más veces, pero es que muy a menudo tengo la sensación de vivir las vidas de otras personas, en otras ciudades y en otras épocas. Definitivamente creo que mi problema es que el cine me tiene enganchada, como una adicción. Pero creo que no quiero curarme...
“Las palabras son el lienzo del actor;
los labios; los pinceles;
y su lengua; los colores de la paleta.
Cuando habla; pinta retratos.”